El efecto Sam Altman: su superpoder es conseguir que la gente se ponga de su lado

Roula Khalaf, editora del FT, comparte sus historias favoritas en este boletín semanal. El despido de Sam Altman en OpenAI causa revuelo.

Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.

El jefe de OpenAI, Sam Altman, anunció recientemente que ChatGPT, una revolucionaria tecnología de inteligencia artificial, ahora cuenta con 100 millones de usuarios semanales. Este logro se produce apenas un año después del inicio de la startup, y marca una nueva era en la IA.

En un movimiento sorprendente, Altman también reveló que la compañía reduciría a la mitad el precio de su software y lanzaría una tienda de aplicaciones de inteligencia artificial, con el objetivo de hacer que esta tecnología innovadora sea más accesible para las masas. El anuncio fue recibido con un sonoro aplauso, destacando la capacidad de Altman para inspirar y cautivar a la audiencia.

Sin embargo, este triunfo duró poco, ya que Altman fue abruptamente expulsado de la junta directiva de OpenAI, lo que provocó una revuelta interna entre la mayoría del personal que exigía su reincorporación inmediata. A pesar de este revés, luminarias de la tecnología como Eric Schmidt y Vinod Khosla se han unido en defensa de Altman, reconociendo su papel fundamental en el establecimiento de la industria multimillonaria de la IA generativa.

El ascenso de Altman a la prominencia en los últimos dos años ha sido nada menos que meteórico. Bajo su liderazgo, OpenAI ha pasado de ser un equipo de investigación sin fines de lucro a una empresa que genera mil millones de dólares en ingresos anuales. Este éxito ha convertido a Altman en el embajador de facto de la industria de la IA, a pesar de su falta de formación científica.

El viaje de Altman comenzó en Silicon Valley, donde obtuvo reconocimiento por su primera empresa emergente, Loopt, un servicio de redes sociales basado en la ubicación. Sin embargo, fue su papel como director de Y Combinator lo que solidificó su reputación como líder visionario con inclinación a respaldar grandes proyectos visionarios.

Tras abandonar sus estudios en la Universidad de Stanford, la feroz ambición y la capacidad de Altman para conseguir apoyo han sido descritas como sus cualidades más destacadas. Su compromiso inquebrantable con la creación de tecnología general poderosa que pueda usarse de manera segura para hacer avanzar a la humanidad le ha valido la admiración y el apoyo generalizados tanto de los líderes de la industria como de los inversores.

A pesar de sus recientes reveses, la visión de Altman para la IA sigue siendo inquebrantable. Su búsqueda de construir máquinas inteligentes baratas y poderosas y hacerlas accesibles a escala lo ha llevado a proyectos ambiciosos, incluidas inversiones en la empresa emergente de fusión nuclear Helion y una empresa emergente de criptomonedas con escaneo de iris llamada Worldcoin.

Sin embargo, los esfuerzos de Altman por recaudar fondos significativos para una nueva empresa de desarrollo de microchips han generado preocupaciones entre la junta directiva y, en última instancia, llevaron a su destitución. Sin embargo, el liderazgo y la influencia de Altman dentro de la industria de la IA son innegables, como lo demuestra el abrumador apoyo que ha recibido de colegas, empleados e inversores destacados.

Independientemente de las preocupaciones de la junta, el liderazgo venerado de Altman y su capacidad para inspirar seguidores de culto dentro de OpenAI han solidificado su posición como un CEO único en una generación y una fuerza impulsora detrás del éxito de la compañía. Su compromiso inquebrantable de garantizar que la IA beneficie a la humanidad en general le ha granjeado una amplia admiración y apoyo, lo que le convierte en una figura central en el futuro de la tecnología de la IA.

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