Manuel Rocha, ex embajador de EE.UU., acusado de operaciones encubiertas para Cuba
El embajador retirado Manuel Rocha fue acusado de ser un "agente clandestino" de la agencia de espionaje de Cuba, enfrentando hasta 10 años de prisión.
El Departamento de Justicia ha hecho una revelación impactante al revelar cargos contra el embajador retirado Manuel Rocha, acusándolo de ser un "agente clandestino" de la agencia de espionaje de Cuba. Este sorprendente acontecimiento saca a la luz una traición de décadas a su propio país, ya que Rocha supuestamente actuó de manera encubierta en nombre de Cuba.
El arresto del ex embajador de 73 años marca la culminación de una extensa operación encubierta que duró más de un año. Durante este tiempo, un agente del FBI que se hacía pasar por un agente de la inteligencia cubana grabó en secreto a Rocha haciendo declaraciones incriminatorias sobre su vida de engaño diplomático.
El Fiscal General Merrick Garland describió el caso Rocha como una de las infiltraciones más significativas y duraderas del gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero. En las conversaciones grabadas en secreto, Rocha se refirió repetidamente a Estados Unidos como "el enemigo", mostrando su lealtad a Cuba.
Según documentos judiciales presentados en Miami, Rocha participó en varias reuniones donde habló de su trabajo secreto para Cuba. En una ocasión mencionó que la Dirección General de Inteligencia de Cuba le había pedido que llevara una vida normal. Rocha afirmó haber seguido estas instrucciones al crear una imagen pública de persona de derecha, mientras permanecía dedicado en secreto a la causa de la Cuba comunista.
Si bien los detalles del reclutamiento de Rocha como agente encubierto siguen sin revelarse, él admitió durante una reunión grabada con el agente encubierto que su ingreso al Departamento de Estado fue un proceso meticuloso, acompañado por la guía de la agencia de inteligencia cubana. Rocha, un individuo nacido en Colombia que se convirtió en ciudadano estadounidense en 1978, se unió al Departamento de Estado en 1981.
A lo largo de su carrera, Rocha ocupó cargos en embajadas de Estados Unidos en varios países, entre ellos República Dominicana, Honduras, México y Argentina. Con el tiempo ascendió a puestos gubernamentales más delicados después de servir en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, centrándose en Cuba, desde mediados de 1994 hasta mediados de 1995. De 1999 a 2002, Rocha se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Bolivia, cargo que le permitió acceder a información clasificada.
Las autoridades alegan que Rocha difundió información falsa y engañosa dentro del gobierno de Estados Unidos mientras se reunía rutinariamente con agentes de inteligencia cubanos. En las conversaciones grabadas con el agente del FBI que se hacía pasar por un operativo cubano, Rocha reafirmó su compromiso inquebrantable con la causa comunista de Cuba.
Los cargos contra Rocha incluyen conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero sin notificar al Departamento de Justicia, actuar como agente de un gobierno extranjero sin dicha notificación y mentir para obtener un pasaporte. Si es declarado culpable del cargo más grave, podría enfrentar hasta 10 años de prisión.
A medida que se desarrolla este caso sin precedentes, sirve como un crudo recordatorio de que aquellos a quienes se les concede el privilegio de servir en el gobierno de los Estados Unidos deben mantener la confianza depositada en ellos por el pueblo estadounidense. Traicionar esa confianza prometiendo falsamente lealtad a Estados Unidos mientras se ayuda encubiertamente a una potencia extranjera es un delito que será castigado con toda la fuerza del Departamento de Justicia.
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