Día Internacional de la Mujer 2024: Perspectiva MENA
La Iniciativa de Mujeres de Oriente Medio destaca el tema "Invertir en las mujeres" en este Día Internacional de la Mujer, abordando la pobreza, las economías verdes y los agentes de cambio feministas.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, la Iniciativa de Mujeres de Oriente Medio del Programa de Oriente Medio (MEP) celebra las publicaciones de este año en nuestro blog, Enheduanna, que se lanzó hace cinco años, el 8 de marzo. El enfoque de las publicaciones de este año se centra en el tema de ' Invertir en las mujeres', que profundiza en temas como el alivio de la pobreza, el empoderamiento de las mujeres en las economías verdes y de cuidados, y el apoyo a las feministas creadoras de cambios.
Este Día Internacional de la Mujer es particularmente significativo ya que se cumplen 153 días desde el inicio de la guerra entre Hamás e Israel. El conflicto ha tenido un impacto devastador en mujeres y niños inocentes, provocando violencia sexual, hambruna y desplazamiento forzado de los supervivientes. A pesar de las luchas en curso por los derechos de las mujeres en varias partes de la región MENA, especialmente en Afganistán e Irán, sigue siendo crucial reconocer los esfuerzos que se están realizando para lograr un futuro en el que las mujeres tengan capacidad de acción y empoderamiento y las sociedades sean justas, inclusivas y equitativas.
El cambio global hacia una economía verde presenta un momento crucial no sólo para la transición a un modelo económico más sostenible sino también para la creación de nuevas industrias y oportunidades de empleo. Esta transición ofrece una oportunidad significativa para aumentar la participación femenina en la fuerza laboral, lo que puede tener impactos positivos en las mujeres y las economías nacionales, potencialmente impulsando el PIB en un 1,2%.
Sin embargo, es esencial abordar las barreras que impiden a las mujeres participar plenamente en la fuerza laboral. Quedan dudas sobre cómo facilitar la entrada de las mujeres a la fuerza laboral y superar los obstáculos que obstaculizan su participación económica.
La transición a una sociedad del cuidado implica reconocer y valorar el trabajo de cuidado no remunerado que realizan predominantemente las mujeres. Se deben establecer políticas y marcos para abordar las brechas de género en la fuerza laboral y aliviar las barreras al empoderamiento económico de las mujeres.
En la región MENA, las consideraciones sobre las oportunidades laborales que buscan las mujeres son cruciales. Factores como el acceso a guarderías, horarios de trabajo flexibles y opciones seguras para desplazarse al trabajo desempeñan un papel importante en la toma de decisiones de las mujeres cuando buscan empleo. Iniciativas como ofrecer transporte gratuito y seguro médico tienen como objetivo atraer a más mujeres a la fuerza laboral.
La transformación económica verde y el cambio hacia una sociedad del cuidado apuntan a abordar el impacto desproporcionado del sistema económico actual en los grupos vulnerables, particularmente las mujeres. Al centrarse en las personas y el planeta, estas iniciativas buscan crear una economía más equitativa y sostenible que beneficie a todos los miembros de la sociedad.
En las zonas rurales de Túnez, la feminización de la pobreza sigue siendo una cruda realidad, con mujeres representadas de manera desproporcionada en sectores de bajos salarios y carentes de protección social. A pesar de los avances en la prestación de seguridad social a través de iniciativas como la aplicación 'Ahmini', las mujeres rurales siguen enfrentando desafíos para acceder a un trabajo decente y a una atención médica de calidad.
Los esfuerzos para empoderar a las mujeres rurales en Túnez y mejorar su acceso al mercado laboral pueden tener impactos significativos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Al abordar las desigualdades en los ingresos y el acceso al mercado laboral, el país puede trabajar para reducir la pobreza y mejorar los medios de vida de las mujeres rurales.
Las mujeres en la región MENA desempeñan papeles cruciales en la política y la política exterior, desafiando las normas tradicionales de género e influyendo en las decisiones políticas. Su participación en procesos de paz y defensa de los derechos humanos y la igualdad de género ha sido fundamental para fomentar diálogos inclusivos y soluciones sostenibles.
A pesar de enfrentar barreras sistémicas y desafíos sociales, las mujeres en la región MENA han demostrado resiliencia y determinación para atravesar esferas de política exterior y política dominadas por hombres. Apoyar a estas feministas creadoras de cambios es esencial para crear un mundo más pacífico, justo y equitativo.
Invertir en las mujeres no se trata sólo de apoyo financiero; se trata de reconocer la necesidad de una financiación que tenga en cuenta las cuestiones de género, adaptar las economías, aliviar la pobreza y apoyar a las organizaciones feministas. Estos pasos son cruciales para hacer realidad los derechos de las mujeres y la igualdad de género en todos los niveles, desde las iniciativas de base hasta los niveles más altos del gobierno. En última instancia, invertir en las mujeres es un proceso transformador que apunta a democratizar el poder según las líneas de género y lograr un cambio estructural.
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