El fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad de Trump desata controversia entre los jueces

Los jueces tienen el poder de responsabilizar a Trump por sus acciones. Es hora de hacer cumplir la ley y hacer que enfrente las consecuencias.

Esta semana ha presentado una oportunidad significativa para que Donald Trump enfrente finalmente consecuencias reales por su continuo desprecio por las reglas que se aplican a todos. Los jueces de Nueva York, Washington, Atlanta y Fort Pierce, Florida, tienen la autoridad para responsabilizar a Trump y demostrar que no está por encima de la ley. Es hora de que actúen y dejen claro que Trump debe afrontar las consecuencias de sus acciones.

El juez Juan Merchán recientemente declaró a Trump culpable de desacato penal por sus ataques a testigos en el juicio de Nueva York. Si bien la multa actual de hasta 1.000 dólares por infracción puede parecer mínima, Merchan dejó claro que nuevas infracciones podrían dar lugar a penas de cárcel para Trump. Esta podría ser la llamada de atención que Trump necesita para comprender que no es inmune a la ley.

Las violaciones de la orden de silencio por parte de Trump podrían tener consecuencias más allá de Nueva York, impactando sus juicios federales y estatales en Washington, Florida y Georgia. Los expertos legales tienen opiniones diferentes sobre si estas violaciones violan los términos de su liberación, pero una cosa está clara: los jueces pueden modificar los términos para prohibir explícitamente el desacato penal en cualquier juicio, enviando un fuerte mensaje a Trump.

Algunos argumentan que enviar a Trump a la cárcel favorecería su narrativa de victimismo y agravio, pero otros creen que sería una llamada de atención necesaria para él. A pesar de enfrentar sanciones en el pasado, Trump siempre ha encontrado una manera de evitar consecuencias graves. Es hora de que los jueces lo hagan responsable y garanticen que se haga justicia, independientemente de su condición de figura controvertida.

La presión sobre estos jueces es inmensa, pero tienen el deber de administrar justicia de manera justa y equitativa, sin prejuicios ni represalias. Deben cumplir sus juramentos de hacer lo correcto tanto para los ricos como para los pobres, y garantizar que Trump enfrente las consecuencias de sus acciones. Es hora de que Trump comprenda que no está por encima de la ley y que sus acciones tienen consecuencias reales y tangibles.

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