La fiebre del dengue es una amenaza creciente, advierten los CDC de Estados Unidos

El dengue se propaga debido al cambio climático, la fragilidad de los sistemas de salud y las crisis humanitarias. Los síntomas varían de leves a graves, sin cura.

El dengue es una enfermedad grave transmitida por mosquitos que tiene mayor prevalencia en las regiones tropicales y subtropicales. La Organización Mundial de la Salud ha identificado varios factores que contribuyen a la propagación del dengue, incluido el cambio climático, el impacto de la pandemia de COVID-19 en los sistemas de salud y la inestabilidad política y económica que conduce a crisis humanitarias y movimientos de población.

Si bien es posible que muchas personas infectadas con dengue no muestren ningún síntoma y se recuperen rápidamente, otras pueden experimentar síntomas similares a los de la gripe, fiebre alta, dolores de cabeza intensos, dolor detrás de los ojos, vómitos, inflamación de las glándulas y dolor en las articulaciones y los músculos. Esto puede ser increíblemente debilitante, y algunas personas experimentan un dolor articular tan intenso que el dengue se ha ganado el apodo de "fiebre rompehuesos". Desafortunadamente, no existe un tratamiento específico para el dengue y la atención se centra en controlar síntomas como el dolor. Por lo general, se recomienda paracetamol, ya que los medicamentos antiinflamatorios como la aspirina y el ibuprofeno pueden aumentar el riesgo de hemorragia.

En algunos casos, alrededor del 5% de las personas pueden desarrollar síntomas graves de dengue incluso después de que la fiebre inicial haya desaparecido. Estos síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, presencia de sangre en el vómito o las heces y signos de shock como sed extrema, palidez y frío. Esto puede provocar insuficiencia orgánica y requerir atención médica inmediata u hospitalización, según lo aconseja la Clínica Mayo.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna contra el dengue para niños de 9 a 16 años que hayan sido diagnosticados previamente con dengue y residan en regiones donde la enfermedad es prevalente, como Puerto Rico. Actualmente no existen vacunas recomendadas para adultos, viajeros o personas sin antecedentes de infección por dengue. Es fundamental que las personas que viven o viajan a zonas endémicas de dengue tomen precauciones para prevenir las picaduras de mosquitos y reducir el riesgo de contraer esta enfermedad potencialmente peligrosa.

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